jueves, 30 de julio de 2009

Tres de la tarde en una oficina sobre Av. Santa Fe



Cuando viva en Estocolmo voy a poder usar medias can-can en verano, que es el colmo de lo chic.

Los muchachos

A la mesa del bar van tres amigos
todos los días para ver
extinguirse la mañana.

Hablan de que el río poco agua este año.
Y a ellos qué, pero discuten
como si poseyeran grandes cultivos.

¿Y la política?
¡Ah de los ladrones! Dice alguno
y a otro le viene a la memoria
el robo lejano de su bicicleta.
La plata ya no alcanza para nada se quejan
y arremeten contra la juventud
a la que consideran hoy pervertida.

Pagan de a cada uno el habido
consumo individual y se alejan después con
me duele un pie, esto es artritis, gastritis
me produce el café.

Y el mozo del bar con mirada aburrida
los ve irse a mansalva con cara de inocentes
cuando es público y notorio que están confabulados
y otra vez han asesinado a la mañana.

de Viaje a ir (1996)

miércoles, 29 de julio de 2009

Elogio del amigo varón







Toda mi educación transcurrió en colegios de monjas. Lo más cercano a un varón era el kiosquero de enfrente que nos revoleaba bolsas de golosinas por la ventana que luego abonábamos a la hora de la salida. Tampoco tengo hermanos varones y mis primos vivían demasiado lejos. En síntesis, mis relaciones con el sexo opuesto siempre estuvieron teñidas de cierta torpeza, fruto de la falta de práctica, supongo yo. Las cosas no mejoraron durante la adolescencia, siempre el fui el colmo de lo “nena”. Jamás me involucré en partidos de voley en la playa, ni picaditos improvisados durante las vacaciones, ni carreras, ni partidos de truco, todas actividades destinadas principalmente a facilitar el roce. En conclusión: una especie de lisiadita social, siempre abrazada a un libro. Pero todo eso cambió cuando terminé el secundario. Viviendo en Buenos Aires me acerqué a aquellos amigos de la infancia con los que las hormonas y mi timidez habían dificultado la comunicación años atrás. Muchos de mis mejores recuerdos tienen que ver con los hermanitos Wolter, dupla entrerriana que me incorporó a sus actividades durante más de 4 años. No era nada del otro mundo, cine, paseos, guitarreadas, guisos, empanadas, mates en el balcón, mucho fernet y cerveza, etc. Lo que más me conmueve de estos dos es el trato casi de igual a igual. No esperaban que preparara el mate o la comida por ser mujer (además no sabía cocinar ni un huevo) y tampoco se guardaban ningún cuento porque yo estuviera presente. Había una complicidad diferente a la que tengo con mis amigas mujeres. Mi otro gran amigo es Nacho. A Nacho lo heredé de una relación fallida con el hermano. No recuerdo bien cómo nos hicimos amigos pero supongo que fue porque compartimos intereses artísticos, entre otras cosas, y tiene un sentido del humor a veces insufrible que encuentro encantador. Cualquiera de ellos tres está si lo necesito. Ninguno se ofende si me olvido del cumpleaños, si no le elogio el corte de pelo o si no lo llamo para el maldito día del amigo.
En las fotos: mi mamá y su amigo Tuno.

sábado, 25 de julio de 2009

Oro nestas piedras

El miércoles próximo se proyecta en el CCC este documental sobre el poeta sanjuanino Jorge Leonidas Escudero. Confieso que no conocía a Escudero antes de verlo. Además de ser un personaje adorable, su poesía tiene mucho de esa sencillez no deliberada que tanto me gusta encontrar en las letras. El documental lo acompaña en su andar cotidiano y nos deja entrever un poco de su vida, sus amigos y aquellas cosas que lo inspiran a la hora de escribir. Hermosas imágenes acompañadas por muy buena música y la personalidad de Escudero como gran atracción. De más está decir que se los recomiendo.


Oro nestas piedras. Dirigido por Cristián Costantini, Leandro Listorti y Claudia Prado. Música de Santiago Arias, Tomi Lebrero, Andrés Hayes y Jano Seitún.

Miércoles 29 de julio a las 19 horas. Centro Cultural de la Cooperación, sala Raúl González Tuñón, Corrientes 1543, entrada libre y gratuita.

jueves, 23 de julio de 2009

De por qué quiero ser sueca cuando sea grande


Históricamente la fanática de los vampiros e historias sangrientas ha sido mi hermana. Aprovechaba la videocassetera de mi abuela durante las vacaciones para ver toda la seguidilla de películas de terror ochentosas (Viernes 13, Pesadilla 1, 2, 3, 14). A mí me van más los relatos sobre fantasmas o los protagonizados por Belcebú, cada uno con lo suyo. Pero esta película es lejos una de las que más me gustó en mucho tiempo. Es que así son los suecos, no te van a hacer una peliculita así nomás. La luz, el paisaje, los tiempos, es realmente muy buena.

Let the Right One In (Låt den rätte komma in, Suecia, 2008)

miércoles, 22 de julio de 2009

Border



Si tiro de un hilito todo se desbarata.

domingo, 19 de julio de 2009

maravillosa lengua

Bluyinear
(del inglés blue jean)

intr. coloq. Ven. Acción de frotar los cuerpos en un acto amoroso (o no) con fervor. Aquello que las chicas del canal Utilísima dieron en llamar frottage (no piensen ni por un segundo que no sabemos de qué están hablando realmente en el programa Bricolage).

Este blog agradece a Rakel por el indispensable dato.

martes, 14 de julio de 2009

Corazón de enredadera



Se sabe diferente. Su color brillante lo diferencia del resto de los "coaxiles" de la cuadra. Además la dueña de casa siempre dice que "da gusto", mirándolo desde la vereda de enfrente. Es por eso que este cable está dudoso acerca de su naturaleza. Todavía no está seguro, pero se siente más Mburucuyá que Multicanal. Y eso es lo que importa.


lunes, 13 de julio de 2009


Asperísimo debate en mi biblioteca por el avance de productos de origen oriental. La vaca, indignada. El gato intenta poner paños fríos al asunto. El muy descarado, todos sabemos que éste viene con un arrolladito primavera debajo del brazo.
Pensando en cómo salir. No es el único.

sábado, 11 de julio de 2009


literatura.

(Del lat. litteratūra).

1. f. Arte que emplea como medio de expresión una lengua.


Nada más y nada menos.

viernes, 10 de julio de 2009

Este sábado en Cachaca: "Los propietarios"


Si nos guiamos por cualquier película norteamericana promedio, de esas llenas de estereotipos, los vecinos generalmente oscilan entre dos polos. Se presentan en la puerta de tu casa con una canasta de panecillos y cuidan a tus niños enfermos para que puedas ir a trabajar o te secuestran el gato, lo degüellan y lo cuelgan de la medianera con una cartita amenazante escrita en sangre. Los vecinos reales son más sutiles. Los míos, por ejemplo, tocan el timbre a las nueve de la mañana, pasan a mi patio y deciden que van a incrustar una bomba de agua que probablemente nunca más me deje dormir para que la señora del piso de arriba no tenga que arreglar sus caños como corresponde. La razón para este atropello y muchos más desde que vivo en este soñado ph es que ellos son... sí, con todas las de la ley, son... los PROPIETARIOS!!! Al parecer, son una raza mutante con poderes divinos y muy por encima de cualquier muerta de hambre inquilina que no accedió a ningún crédito ni heredó un condominio. Se manejan con códigos semi-mafiosos y curiosamente todas las decisiones que toman son en detrimento de todo aquel que no tenga la escritura enmarcada sobre el escritorio. Me tienen un poco cansada, pero en el fondo me causan gracia y siempre que tocan el timbre con un nuevo drama, así, los cuatro juntos, pienso que son una banda de cumbia o algo así y los imagino pelilargos, con camisas de raso entonando algún hit santafesino.

martes, 7 de julio de 2009

La suavecita

Terminaron las mini-vacaciones, volví y estaba lloviendo. Un mocoso se colgó de mi pelo y pateó mi asiento durante todo el viaje de vuelta. Descubrí que no soy muy amante de los niños en los colectivos. Sospecho que no soy devota de ningún niño que no sea hijo de mis amigos. Y para colmo, el mugroso intentaba iniciar una conversación cada diez o quince minutos, el muy desgraciadito comenzaba cada frase con la palabra clave: "Señora...". Cavó su propia tumba, ni siquiera me conmovió su tonadita cordobesa, que generalmente hace el milagro. Las noticias son una porquería; todos quieren algo terminado para mañana; la diferencia entre lo que se dice a la cara y lo dicho por detrás es monstruosa; y todo tipo de calamidades más. Pero a mí me quedan Los Palmeras. Y sí, es música que no queda bien escuchar. Sin embargo, escucharlos es para mí Entre Ríos en enero, cerveza, dorado a la parrilla y amigos al son de la cumbia. Nada mal para alejarse un rato de la recesión y la gripe A.

miércoles, 1 de julio de 2009

Me pueden

Están a medio camino entre alienígenas, oso y muñeco. Agradezco tener la capacidad para entender que los animales silvestres no deben ser domesticados, porque confieso que tendría, al menos, tres de éstas; un mono, dos virachos, una perdiz, nutrias a convenir, etc. Para pintar una clara idea de lo mucho que me gustan los animales, todos, sin discriminar: me enternecen las comadrejas.