jueves, 30 de septiembre de 2010

Porque vos lo valés

Hace poco descubrí presa del horror más ridículo algunas canas escondidas entre mis rulos. Y me sentí grande y un tanto superficial. Durante mi adolescencia me teñía el pelo cada dos días de todos los colores y ahora me aferro a mi castaño rojizo natural como si fuera un estandarte; una multiplicidad de canas me obligará a perder mi color de pelo para siempre.
Recuerdo que a mi abuela le gustaba que yo le cortara el pelo y le "hiciera el color" durante mis veranos de visita en Entre Ríos. Y a mí me parecía un plomo tener que abandonar mi vagabundeo por la playa con amigas o mis retiros en el río para ir a teñir a mi abuela. Pero lo hacía porque la adoraba con locura y en un punto me gustaba tener algo que ver con su belleza ancestral, con esa coquetería que heredé sin darme cuenta. Ella era hermosa de una manera misteriosa, tenía los pómulos de una estrella de Hollywood que ahora no puedo nombrar y en las fotos de sus años mozos se la ve secándose la melena cobriza al viento en una hamaca.
Muchas de nuestras mejores conversaciones ocurrieron en esas tardes de Preferance Excellence de L'oreal, entre su olor a colonia y sus uñas pintadas de rojo pasión.

martes, 28 de septiembre de 2010

Hoy siento que si me dieran vuelta y agitaran mi cabeza, como quien agita un salero en un día de humedad, no caería absolutamente nada.

sábado, 25 de septiembre de 2010

¿Un destello de oficialismo en un reducto radical?

martes, 21 de septiembre de 2010

Bancá, verano

¿Es muy mala onda pedir a los entusiastas del calor que bajen un cambio y guarden por un tiempo más sus musculosas y ojotas? ¿Acaso nadie recuerda que llegará un momento en que la brea de las calles se derrita producto del calor y la humedad tan porteña? Quedan excluidos de este pedido los extranjeros oriundos de países muy fríos cuya fascinación por las temperaturas templadas es entendible.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Por un futuro mejor

Científicos del mañana, identificad a la hormona culpable de que en ciertos días del mes solo quiera dormir siestas consecutivas e ingerir exclusivamente harinas. Una vez individualizada, aniquiladla. Estoy segura de que no cumple ninguna otra función vital más que la de cargar kilos y culpas sobre el chasis.

El ladrillo de la sumisión

Tal vez peque de optimista pero ayer un obrero me hizo recuperar la fe. Los trabajadores de la construcción rankean altísimo en el puesto de piropeadores. Piropean todo, todas, a toda hora sin importar el tipo de maquinaria pesada que estén manejando. Este señor en particular se enderezó, apoyó el martillo y con la expresión de Bambi en los ojos dijo: "Hermosa, me sueño siendo tuyo". ¿Será que en el inconciente colectivo el machismo va cediendo pequeñísimos espacios? ¿Será que estoy exagerando mi emoción tan solo por no haber escuchado las tan temidas "si te agarro, te hago...", "estás para matarte", "voy a hacerte mía", etc.? Dicho esto, tomó su martillo y siguió trabajando como si nada, soñando tal vez con muchas señoras haciéndolo suyo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El objeto del deseo


Mi prima Magda

Los chicos hacen una cosa cuando algo los entusiasma o los pone contentos que me encanta. Ayer alrededor de las cuatro de la tarde escuché el sonido de la puerta del departamento del vecino e inmediatamente sonaron dos voces chillonas que corearon "Fac-tu-ras!, fac-tu-ras!", con una melodía similar a los cantitos de cancha, acentuando la U. En ese momento recordé la seguidilla de "A-la-pla-za!, a-la-pla-za!", "He-la-do, he-la-do" y otros hits. Una de las tantas cosas que me fascinan de Magda, mi prima, una mujer adulta de 32 años, es que ella festeja de la misma manera cada cosa que le encanta, con la particularidad de agregarle un aplauso cortito y seco, coronado con una sonrisa. Ella es una de esas personas que se mueven por la vida con una alegría que les es casi ajena, que va más allá de ellas, que las atraviesa. Por eso y por mucho más, la adoro.

Pd. Además es una profesora increíble de danza y pilates.

sábado, 11 de septiembre de 2010

¿Es lo mismo un plato de fideos de espinaca rociados con abundante pimienta y toneladas de parmesano recién rallado que un plato de fideos rociados con abundante pimienta y salpicado con unas gotas de salsa de soja? Claro que no, tampoco tu metabolismo a los 32 es el mismo que a los 22.

Happy together

lunes, 6 de septiembre de 2010

Las horas y los días

Esta mañana me pasó algo terrible. Desperté con la certeza de que era domingo. Durante diez gloriosos minutos abracé la almohada pensando en los mates que iba a tomar tranquilamente leyendo algo en el sillón, deliberando si tostaba o no la rodaja de pan para comer con dulce de mora... y ahí fue que caí en la cuenta de que no es domingo y que todo sucede a una velocidad apabullante durante la semana (sí, la "semana" es aquella en la que uno corre de un lado al otro de la ciudad tratando de trabajar y al mismo tiempo hacer alguna otra cosa). Ay de mí. A pesar de todo, me cae mejor el lunes que es todo promesa, el martes es más bajonero.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Arrival

Llegó a casa Compañero, un gatín de un mes que habían abandonado en la calle junto a sus hermanitos. Parece bastante pulenta, pero nunca se sabe con uno tan chiquitito, la verdad es que todavía necesita a su madre. Probaré con todo lo que esté a mi alcance, recursos veterinarios, mamaderas de muñecas, suplementos de calcio, canciones de María Elena Walsh, bolsas de agua caliente debajo de la panza, en fin. Esperemos que Compañero haya llegado para quedarse.