A la campaña solidaria en pos de ayuda terapéutica para los taxistas, sumo ahora mi esfuerzo para acercar profesionales de la salud mental al rubro de los publicistas. Tal vez esté siendo un poco alarmista. Juro que los dejo en paz si alguno es capaz de explicarme por qué la campaña de Clight obliga a una chica a estudiar las razones por las cuales un canario le levanta el ánimo o la obliga a “bajar un cambio”. ¿Qué les hace pensar que escucharla decir “la verdad que el canario me pone las pilas” me hará sentir identificada con ella y con ardorosos deseos de tomar jugo de maracuyá y pomelo rosado? No, señor.
martes, 30 de septiembre de 2008
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4 comentarios:
Según la propaganda, ese jugo tiene efectos curiosos sobre la gente. Para mí que ahí hay efedrina...
no la escuché, pero me gusta mucho criticar publicidades, seguro que es pésima.
yo tampoco la escuchè...igual según lo que contás parece poco lógica.
gracias por tu visita y elogio al gato....
me gusta lo que pensás y cómo lo escribís...
en que blog nos cruzamos?
cariños Cande
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