viernes, 12 de diciembre de 2008
El clima y el carácter
Nada sucede a medias en Entre Ríos. No conocemos el clima templado. El invierno es helado y el verano, indescriptible. Nunca vi lloviznar. En cuestión de minutos aparecen unos nubarrones negros en el horizonte, se levanta un viento impresionante, las ranas empiezan a croar desesperadas “entrá la ropa”, “no laves el auto” y cosas por el estilo. Se escucha un trueno y caen 12.000 ml en media hora. La tormenta pasa, sale el sol y todos seguimos como si nada. Si tenemos la suerte de que dure más de una hora el pueblo olerá a tortas fritas.
Una fiesta no es tal si termina antes de las ocho de la mañana; los saludos indefectiblemente incluyen abrazos, besos y/o palmadas en la espalda; a los asados puede caer cualquiera y, en general, terminan siendo multitudinarios. La gente no se enoja, se indigna. Como en una telenovela mexicana los malos son muy malos y los buenos, se pasan de buenos. La exageración es una forma de vida. Será por eso que me cuesta tanto manejar los grises. Me muevo en los extremos, cuando algo me gusta, me encanta. De la misma manera, nada me desagrada tibiamente, directamente lo detesto. No resulta muy práctico en términos de relacionarme con el mundo. Pero siempre le puedo echar la culpa a haber nacido en un lugar donde tirás una semilla y crece un bosque.
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7 comentarios:
"Un lugar donde tirás una semilla y crece un bosque". ♥
entreríossss ;)
netón
la gente de entre rios no tiene medias tintas? me encana esa frase ultra super requete hecha.
luces (desde afuera del mundo blog)
Netón, es literalmente así, o no?
Luces outsider, cualquier cosa es mejor que Entre Ríos, todos los verdes o Entre Ríos, donde todos los "findes" son largos. Náuseas.
Aplicable a cualquier pueblo de la Pampa Húmeda.
Muy buena la descripción que hacés.
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