Me habían gustado mucho American Beauty y Road to Perdition (a pesar de Tom Hanks). Pero tenía dos motivos para esquivar esta película. Una inexplicable antipatía por Leonardo di Caprio y la intuición de una trama densa, potencialmente mortal para la fragilidad psíquica que vengo manejando. Tengo que decir que Di Caprio me tapó la boca y, sí, la trama es densa, opresiva, molesta. Pero la música, los tiempos, las actuaciones de estos dos, un Michael Shannon impecable; Kathy Bates, siempre bien, lograron que no saliera del cine con ganas de aspirar gas, sino todo lo contrario. La gente con talento me conmueve y durante dos horas me olvidé de mi pequeño drama burgués. A Sam Mendes, muchas gracias.
viernes, 13 de febrero de 2009
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3 comentarios:
Cuando la vi, me caí de cabeza. Me reincorporé y la seguí viendo. Y me conmovió tanto! El guión, la dirección, y el personaje de ella me dieron vueltas durante toda la semana. Y cuando una peli hace eso, hay que ponerse contento.
Bienvenida a la vuelta de las vacaciones!
Gran película. Creo que la mejor que vi en lo que va del año.
Espectaculares las actuaciones.
Saludo!
Luces, quise comentar en tu blog y no pude, qué impotencia!
mge, me encantó, pero la mejor, mejor, fue Milk.
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