martes, 23 de marzo de 2010
Anoche soñé que parada en lo alto de una barranca bailaba en círculos a la voz de "soy un camalote, soy un camalote". Lo curioso es que cuando me desperté estaba acostada en el piso del living. ¿Habré "flotado" hasta ese lugar? Gracias a Dior que este sábado estaré en Entre Ríos porque esto no da para más. Temo despertar planeando desde mi balcón al grito de "soy un biguá, soy un biguá". Personalmente quisiera que el fin de mis días tuviera un poco más de glamour.
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5 comentarios:
existe un fin de los días glamoroso?
amo al biguá
ehhhh...que es un biguà? no te hagas la distinta. es un pez, un ritmo, un modelo de coche? deja los estupefacientes. o de corregir.
ay me hiciste reir
che, un biguá, es un pájaro común de acá, tampoco nada tan sofisticado, no se hace la distinta
Cory, mmm, durmiendo, viejita, después de haberme tomado un regio whisky, por ejemplo.
Madame, lo mismo digo.
Anónimo, este comentario tiene el sello distintivo de clarisinha bardeando desde Almagro.
Marie, gracias por defenderme, jjijiji.
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