martes, 6 de julio de 2010
Hay frases que me fascinan por ser simples y crípticas al mismo tiempo como "Pica, pica bajada de cordón". Una de mis favoritas por estos días es una pronunciada por la instructora de yoga con total naturalidad como si no encerrara en ella todos los misterios del cuerpo y del espíritu, y dice así: "Respiro... y dejo que los órganos internos descansen". Aha, ¿cómo?
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