martes, 27 de septiembre de 2011

Ayer encontramos una colilla de cigarrillo en la pileta del lavadero de mi casa. El lavadero en cuestión está en la terraza y el dilema que presenta esta situación es quién fuma en mi terraza. No es la primera vez que encuentro restos de cigarrillos pero siempre pude atribuírselos a alguien que había estado de visita en mi casa o en lo del vecino (desde donde también se puede acceder al techo de mi casa). Pero esta colilla apareció entre el domingo y el lunes y no hay una explicación lógica. En un arranque de Sherlockholmismo quise ver de qué marca se trataba el pucho que no descubrí, pero noté que estaba fumado bien hasta el final, típico de fumadores nerviositos. Ninguno de los fumadores nerviositos que conozco había estado en mi casa en los últimos días. Conclusión: estamos ante un caso de vecino/a temeroso de su pareja que se cruza a fumar a mi terraza por miedo a ser descubierto y se le retiren el saludo o los beneficios maritales o un psicópata trepa los techos cual miriópodo solo para fumarse un pucho en mi terraza. Próximamente develaremos el misterio o se enterarán por la sección “Policiales” de algún matutino.

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