lunes, 30 de junio de 2008

Ficha de préstamo


Siempre me resultaron muy antipáticas las personas tacañas. Cuando era chica detestaba a la compañerita que no prestaba los marcadores porque "se gastaban". Y sí nena, se gastan. Es la idea. Y peor me caía aquella cobarde que se escudaba en la frase "mi mamá no me deja prestarlos". ¿Esa madre sabría que su chiquita era una pequeña amarreta? A mí me gusta prestar las cosas, ver mi ropa en otra persona, que mis libros sean leídos y marcados con lápiz por otros (ojo, con lápiz). Pero elijo muy bien a quiénes extiendo el préstamo. Después de muchos libros perdidos y remeras que fueron devueltas con quemaduras de cigarrillo o desteñidas con lavandina, me tomo la licencia de no ceder mis cosas a cualquiera. Para muchos, prestar libros es algo impensable o por lo menos difícil. Él tiene muchos libros, lindos libros, por todos lados, libros. Su cama está siempre rodeada de libros abiertos o apilados, a la espera de ser leídos y releídos. En el escritorio, en la mesa del living, en el piso, al lado de la ventana. Él adora sus libros y de vez en cuando suspira recordando alguno que le quedó en alguna casa, ahora ajena. O ese libro que prestó y nunca le devolvieron y ahora no recuerda a quién. Por eso me cuesta pedirle libros, es ponerlo en una situación complicada. A veces no me resisto y se los pido con los ojos. Y en seguida los guardo en la cartera y huyo antes de que se arrepienta. Por eso cuando este sábado, abrazada al tomo uno de las obras completas de Norah Lange, lo miré y me dijo que sí antes de terminar la pregunta, me sentí profundamente conmovida. Algunas prefieren flores, bombones o muñecos amorfos de peluche, yo me quedo con estas cosas.

viernes, 27 de junio de 2008

Recorrido con Salamone

Al fin encontré algo que me interesa en la abarrotada página web de Clarín.
http://www.clarin.com/diario/2008/06/23/conexiones/delaorden4.html

miércoles, 25 de junio de 2008

Un dato curioso


Son muy pocas las mujeres que lo admiten, pero la mayoría de nosotras tiene fantasías con la versión joven de Sandro.

martes, 24 de junio de 2008

El oficio del corrector

Una parte de mi trabajo consiste en revisar los textos ploteados en las paredes para cada exposición y marcar con una cinta adhesiva azul los errores que cometen aquellos que los pegan, para que todo quede perfecto a la hora de la inauguración. De más está decir que no siempre sucede así. Los ploteadores se escapan sin levantar las correcciones, alguien despega las marcas, se me pasa una coma (las detesto) y cosas por el estilo. Pero existe otro tipo de correctores mucho más eficaces que quien escribe. En este caso se trata de una persona muy cercana a mí que está siempre con la cintita en la mano, lista para pegármela en la frente toda vez que me equivoco. Dicho así, suena bastante molesto. Y la mayoría de las veces lo es. Lo terrible de todo esto que en la mayoría de los casos tiene razón. Es cierto que incomoda un espejo que devuelva todo eso que no queremos ver. Incómodo, sí. Pero dejarse pegar el papelito azul viene bien algunas veces.

jueves, 19 de junio de 2008

Sala de espera

Quisiera saber por qué los médicos se ofuscan tanto si una llega tarde si el noventa por ciento de las veces tenemos que esperar entre veinte y cuarenta minutos para ser atendidos. ¿Por qué te dan un turno a las cinco y media si saben que te van a ver a las seis y cuarto? Lo peor de todo es que siempre tienen un televisor encendido con un canal de noticias. Tal vez tengan la esperanza de quitarte las ganas de insultarlo cuando entres. Santo Biasatti me quita las ganas de todo. Ayer me llevé un libro para zafar del tono monocorde del señor periodista y de las posibles conversaciones con señoras simpáticas que llegaron a las ocho de la mañana. "Mujer hace gimnasia. Otra toma whisky. Las dos salen volando", anotaba Silvina Ocampo en un cuaderno de apuntes que ahora es Ejércitos de la oscuridad (Ed. Sudamericana). Sin darme cuenta hice un dibujito de las dos mujeres. La que hace gimnasia tiene el pelo atado, ropa ajustada y parece sorprendida por el vuelo, la otra tiene el pelo revuelto, una pollera vaporosa, los ojos entrecerrados y sonríe soltando el vaso de whisky, mientras toma altura. Está claro cuál de las dos me cae mejor.

miércoles, 18 de junio de 2008

Ch-ch-changes

Tenías razón esta vez, era mejor el nombre anterior. Un poquín de snobismo no está mal.

martes, 17 de junio de 2008

Juro que no soy promotora del Bellas Artes


Ayer visité Peppermint Candy, la muestra de arte contemporáneo de Corea y no puedo dejar de recomendarla. Impresionante, muy pop, mucho color, olor (mi favorita es una obra hecha con incienso). Una buena oportunidad para ver algo diferente. Aunque mirándolo bien, tan diferente no es. Hasta el 6 de julio.

miércoles, 11 de junio de 2008

Poema caligrafiado

Atravesé el primario convencida de que el acento se escribía desde arriba hacia abajo, que existía una regla que lo demandaba. Todas las tardes, mientras hacía los deberes, mi padre insistía con el acento y su forma. Su argumento era que escrito de esa manera, era más lindo, más elegante, porque el trazo se afinaba justo sobre la letra acentuada. Hice muchas pruebas, hasta llegar a la conclusión de que daba exactamente lo mismo. Pero nunca me pude librar de esa manía caligráfica. Papá, lo conseguiste.
(Arriba: Rafael Alberti. "Canción 8", Baladas y canciones del Paraná).

martes, 10 de junio de 2008

Amiguito arty



Dos preciosas obras de mi amigo Nacho Leibovich. Mi favorita es la de abajo. Cuando la veo escucho "El barco" de Alvy Singer.

Mi otra hermana



Todos estamos enterados del conflicto entre el gobierno y el campo. Aquellos que somos del interior pero vivimos en Capital hace muchos años, nos encontramos en medio de un fuego cruzado de mails con subjetcs del estilo "Aguante el campo" o "Las mentiras de esta señora"; y los comentarios de amigos porteños del tipo "Todos tienen 4 x 4" o "les tocaron el bolsillo, por eso protestan". Es demasiado complejo para un sencillo planteo maniqueísta. Lo que no puedo negar es que nos afecta a todos. Y no estoy hablando del precio de la carne o la falta de leche. Es que mi hermana iba a venir a visitarme el fin de semana largo. Suspendió el viaje porque no sabe cuánto tiempo le va a tomar llegar a Buenos Aires y mucho menos si va a poder volver a tiempo a su trabajo. Una pena, tenía la esperanza de ver con ella El exorcista por enésima vez. No sabemos explicar por qué nos causa tanta gracia esta película. Mucho más cuando está doblada al castellano y los exabruptos de la pobre Reagan se parecen al lunfardo de cualquier tango. La cosa es que cada vez que nos vemos se abre una ventana o algo parecido, y volvemos a ser chiquitas. Por dos o tres días, ninguna tiene cuentas que pagar, tesis que terminar, desamores o problemas con la conexión de internet. Durante esos tres días podemos reírnos de estupideces hasta llorar. Una pena, tendré que ser adulta todo el fin de semana largo.

viernes, 6 de junio de 2008

I see dead people


No suelo ser cursi, todo lo contrario. Pero de vez en cuando, me permito algún comentario edulcorado. El de hoy es para esta reflexión. Pensando en el Lago de los cisnes, caí en la cuenta de que no porque una historia de amor tenga un final trágico o desagradable, deja de ser "hermosa". No me imagino algo más hermoso que Odette. Y sin embargo, la única forma de estar con su chico es muerta y convertida en espectro. Glamorosos, pero espectros al fin. Casi todos los ballets terminan mal y con sus protagonistas convertidos en fantasmas, lo mismo le pasa a mis relaciones. Sólo que esta vez estaría bueno disfrutar de todo el baile y no preocuparme por esos inevitables últimos estertores. Ahí está, una cursilería y un propósito, 2 x 1.

jueves, 5 de junio de 2008

When the dog bites, when the bee stings...







Cuando tengo un mal día me ayuda pensar en cualquiera de las siguientes cosas:



1. El olor a pasto recién cortado.



2. El sonido de la pava que anticipa los mates que me ceba mi padre muy temprano a la mañana cuando los visito en Córdoba y somos los únicos despiertos.



3. El olor a "invierno", ese aroma a escarcha mezclado con humo de estufa a leño, bien de pueblo.



4. El chirrido simpático de las hamacas.


5. Esta es difícil de describir. Zambullirse en el río Paraná y escuchar el sonido del agua que corre. Es impresionante percibir la enormidad, la fuerza de todo su caudal. Es un ruidito que produce una mezcla de asombro, miedo y maravilla, imposible de reproducir con palabras.


Hay más, pero con esas cinco fue suficiente para mi mañana complicada.

martes, 3 de junio de 2008

Dislates

La palabra nerd no figura en el diccionario. "Las consultas lingüísticas: dudas de los hablantes argentinos" es el título del documento que acabo de imprimir. Sonrío anticipando el momento de lectura. Y entiendo el significado de nerd inmediatamente. Minutos antes había estado pensando en lo mucho que me gusta la palabra dislate. Sin comentarios.