viernes, 24 de abril de 2009

Estafada por Actimel

¿Por qué será que las enfermedades arrecian, siempre, hacia el fin de semana? ¿Cómo funcionan? ¿Se dirán ‘bueno, desde el lunes la tenemos decaidita, los ojos colorados, los bolsillos llenos de pañuelos de papel y carita de poca vida; ahora que es viernes nos ponemos las pilas y la volteamos del todo, así no puede salir a andar en bicicleta, ni escuchar a Aristimuño en una plaza, ni ir al recital de un amigo, ni al teatro?’. ¿Eh? ¿Cómo es? Yo lo único que les digo es que a mí no me joden, yo de jogging no me quedo moqueando en un sofá. A lo sumo me vestiré de sana y veré otra vez Gone with the Wind, tomaré jugo de naranja y pomelo. Leeré algún libro, o muchos. Todo como si estuviera sana, pero con fiebre.

¿Preocupante?

Siempre en la búsqueda de vías para acceder a mi mundo interior, terminé adicta a Kung Fu. Inquietante, pero real. Se puede aprender tanto de Kwai Chang Caine.

viernes, 17 de abril de 2009

La unión hace la fuerza


Pensé en potenciar el efecto de "gatochinodelasuerte" poniéndolo a trabajar con Martínez, mi gato, a secas. Al momento, es bastante complicado porque a uno lo distrae el movimiento nervioso de la manito del otro.

miércoles, 15 de abril de 2009

Ce Cé


Si me preguntan por qué me gustás tanto, les digo. Que sos la persona más parecida a un haiku que conocí en mi vida. Lindo, sencillo, musical. Y que, muchas veces, abrazarte es como una tarde de otoño debajo de un sauce.

lunes, 13 de abril de 2009

Hallazgo reciente II


Vengo notando que la mayoría de la gente que conozco asume la neurosis como una característica "copada" de la personalidad. "Neurótico" funciona como el antónimo de "sencillo", y este último adjetivo, como sinónimo de aburrido, simplón y sin metas retorcidas en la vida. Están meando fuera del tarro. Les aviso, por las dudas.

Definición

Un pueblo donde no pasa nada es aquel en el que luego de un pijama party decidís ir con tus amigas a tomar mate al puerto en camisón y al día siguiente este hecho aparece publicado en el pasquín local.

sábado, 11 de abril de 2009

Un caño cloacal se rompió de manera tal que toda la inmundicia de los vecinos fuera a parar al living de mi casa. Luego, me robaron el celular. También se suspendió un proyecto en el que iba a participar. Sí, es evidente que el gato de la suerte que compré en el barrio chino no estuvo haciendo su trabajo esta semana. Pero no me importa nada, mientras tenga a Ray. Es infalible. Nada me deprime si lo escucho. Hit the road Jack...

lunes, 6 de abril de 2009

Hallazgo reciente

No se puede hacer feliz a todo el mundo. Y hay que lidiar con eso con el menor porcentaje de culpa posible.

Nada es lo que parece


Sobre todo cuando se trata del noble trabajo del plomero. Por lo general nos presentan dos opciones para cada problema. Una de fácil resolución y otra complicada, que incluye rotura de pisos y paredes y grandes sumas de dinero. Siempre se inclinará por la segunda posibilidad. Una vez que elaboramos el trauma de tener que pulverizar medio baño sólo por una gotita de agua que cae desde el techo, comienza otro calvario. El de conseguir que el buen señor se comprometa con su profesión y se presente a trabajar. Eso jamás sucede. La variedad de excusas es amplia, incluso algunos se manejan con el tupé de no dar explicación alguna. Pasan las semanas y todo lo cotidiano es atravesado por ese hueco. Rápidamente se convierte en metáfora y todo se ve a través de ese agujero. Para mí, un desastre así en medio de mi casa es fatal. No estoy en paz hasta que todo vuelve a su lugar. Me altera de muchas maneras. Es como si se rompiera aquello que me define como un ser civilizado. No importa si el resto de la casa funciona como siempre. La pared picada, los escombros apilados son para mí la marca misma del desorden. Aparentemente el orden es algo que me gusta manejar. Por lo menos en mi casa.

domingo, 5 de abril de 2009

Mis favoritos para Semana Santa


El disco de She and Him, Volume One. No me canso de escucharlo. La primera vez que registré a Zooey Deschanel fue en una de las peores películas que vi. Era la amiga loquita de Sarah Jessica Parker en Soltero en casa, o algo así (generalmente toda película con Mathew McConaughey o SJP es un pelotazo). La verdad que este disquito que sacó con M. Ward es precioso. Muy DustySpringfieldesco. Otra cosa que estoy disfrutando por estos días son las películas de Carol Lombard. Especialmente Mr. and Mrs. Smith y Hands Across the Table. Para este otoño que empieza, con ruido a hojas secas y llovizna finita.

viernes, 3 de abril de 2009

Una mano lava la otra


Podría estacionarlo en la vereda de su casa. Pero prefiere caminar diez cuadras. De esa manera, siente que el amarillo de su Peugeot se luce como lo merece. Y, de paso, le hace el mismo favor a la fachadita celeste. Porque juntos van mejor, como el brownie con el helado y Spencer Tracy con Katharine Hepburn.

miércoles, 1 de abril de 2009


Las peluquerías son territorio salvaje. El ruido de los secadores y la música de fondo alientan cierta impunidad que lleva a las mujeres a decir casi cualquier cosa. Nunca estoy cómoda en ellas. Me siento indigna. Para empezar, no me interesa en lo más mínimo lo que se está haciendo la de al lado. Jamás me hago amiga de los peluqueros ni les cuento cosas personales. Soy inmune a los ofrecimientos de: ampollas humectantes, manicura, cafecito, masaje tailandés, baño de luz. Sólo quiero cortarme el pelo. No hay nada que delate que una vez al mes, religiosamente, acudo a cierto salón de belleza. Hasta ayer. Fue ayer que me convertí en una típica clienta de peluquería por aproximadamente cuarenta minutos. El detonante: un desubicado que me robó el turno para aplicarse un producto alisante. Lo detesté, deseé que el pelo se le quemara, sonreí pensando en lo espantoso que le quedaría el pastiche, le dirigí miradas fulminantes. Todo en mi cara decía: no me puede sacar el turno en la peluquería un pibe, ¡a lo que hemos llegado! De repente me vi en el espejo y sentí vergüenza. Recordé la seguridad con que mi primito me había dicho días atrás con gesto severo "las mujeres tienen que tener el pelo largo". Y me odié por haber pensado, toda prejuiciosa yo también, "los hombres no pueden alisarse el pelo".

Que conste que al chico le quedaban mucho mejor sus rulos naturales.