jueves, 1 de diciembre de 2011

Finalmente lo entendí. La clave está en animarse. Meterse en eso que te apasiona, aunque no se trate de tu territorio. Aunque no pegues una y te sientas constantemente minusválida. Mi maestra de danza tiene una frase muy genial (toda ella es genial): "Hasta que sale bien, sale mal". Y tiene tanta razón. Con ella a aprendí a insistir, aunque no me guste lo que veo en el proceso. Este año entendí que la felicidad está dentro de uno mismo. No hacía más que azotarme con eso de buscarla siempre afuera. Para mí el camino fue el ballet, ¿para vos cuál es?

viernes, 18 de noviembre de 2011

Una amiga me contó que una torcacita hizo un nido en un hueco de su ventana. Siguió sus movimientos durante semanas; la vio juntar ramitas, llevar y traer yuyos durante horas y días hasta armar un nidito poco pretencioso en el último piso de un edificio de Balvanera. Yo quiero que un pájaro haga un nido en mi casa. Tal vez recién ahí pueda parar de correr como una loca moviendo muebles, colgando y descolgando cuadritos, armando cortinas con pañuelitos chinos.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Teoría del arte y de todo


¿Qué es el arte? ¿Para qué sirve? Hay tantas respuestas para esa pregunta como tweets de Hermes Binner durante su campaña. Anoche el arte para mí se definió en tres palabras Pina + Wim Wenders. Había salido de mi casa muy temprano rumbo a pilates, después, corriendo, siempre corriendo, hacia mi primer trabajo. Desde ahí corrí hasta trabajo número dos. Para la hora de proyección no quedaba en mí el más mínimo rastro de vida, era una representación inerte de mí misma. Me arrastré hasta el cine sólo porque mi amiga ya había sacado las entradas. Casi dos horas más tarde, salí sonriente y atravesé a saltitos las diez cuadras que separaban el cine de mi casa. Esta mañana desperté sin contracturas y con más ganas de bailar que nunca.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Expresiones ajenas que me matan

El papá de Sofi cuando quiere decirle a alguien que lo nota peleador, beligerante, malhumorado, no usa ninguna de esas palabras, le dice: ¿Qué comiste? ¿patitas de tigre?

jueves, 6 de octubre de 2011

Tonta pobre tonta quiere su minuto de fama

Se acerca la muestra de fin de año de ballet y aumentan gradualmente las ganas de bajarse del escenario por temor al ridículo. Es cierto que en vez de sílfides, graciosas criaturas del bosque, todavía parecemos bolsas de arena que alguien mueve de un lado hacia el otro. Tantas veces abandoné cosas convencida de que me superaban, de que no era capaz de estar a la altura de las circunstancias: materias, amores, hobbies, películas, etc. Incluso dejé la danza hace un par de años porque me dolía verme en el espejo, toda torpeza e incomodidad. He ahí la clave. Ayer decidí dejar de sentirme incómoda y, en cambio, empezar a sentirme trascendente. Está bien sentirme un poco tonta cada vez que intento ingresar uno de esos códigos siniestros que piden ciertas páginas de internet (me las pagarás, captcha) o cuando uso los deditos para sacar una cuenta aparentemente sencilla. Pero no voy a sentirme ni tonta, ni ridícula por animarme a subir a un escenario y bailar con mis compañeras al son de Chopin durante nueve minutos que parecerán horas. Es este mi firme propósito, aunque la vida se me vaya en un développé.

martes, 4 de octubre de 2011

Alarmante

Acabo de mandarme un mail con el link de un sitio para ver películas y el subjetc reza: "link para ver películas, posible maratón joseph gordon levitt". Gracias a Dios volvió Magda*-

* Magda: prima/hermana/mejor amiga que tuvo el tupé de irse de viaje durante casi dos meses y con quien comparto la gran mayoría de salidas.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Se suman a la lista de cosas que me deprimen profundamente las publicidades radiales del Complejo Manantiales en Mar del Plata. El tono de voz entre langa y falso cómplice del locutor que invita a la familia tipo a "escaparse" cuatro días a un supuesto paraíso vacacional. No puedo ser muy específica, creo que es todo el concepto de tener que escaparse a un ambiente prefabricado para pasarla bien lo que me molesta. La idea de que es imposible ser feliz acá y ahora con la vida que tenés me parece triste. La verdad es que me resulta mucho más tentador pasar un fin de semana tomando mates, transplantando suculentas para regalar a mis amigas, escuchando música y paseando por ahí que subirme a un auto/colectivo y escaparme a "la feliz".

martes, 27 de septiembre de 2011

Ayer encontramos una colilla de cigarrillo en la pileta del lavadero de mi casa. El lavadero en cuestión está en la terraza y el dilema que presenta esta situación es quién fuma en mi terraza. No es la primera vez que encuentro restos de cigarrillos pero siempre pude atribuírselos a alguien que había estado de visita en mi casa o en lo del vecino (desde donde también se puede acceder al techo de mi casa). Pero esta colilla apareció entre el domingo y el lunes y no hay una explicación lógica. En un arranque de Sherlockholmismo quise ver de qué marca se trataba el pucho que no descubrí, pero noté que estaba fumado bien hasta el final, típico de fumadores nerviositos. Ninguno de los fumadores nerviositos que conozco había estado en mi casa en los últimos días. Conclusión: estamos ante un caso de vecino/a temeroso de su pareja que se cruza a fumar a mi terraza por miedo a ser descubierto y se le retiren el saludo o los beneficios maritales o un psicópata trepa los techos cual miriópodo solo para fumarse un pucho en mi terraza. Próximamente develaremos el misterio o se enterarán por la sección “Policiales” de algún matutino.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Detesto la palabra "desopilante" y opino que abusan de ella para referirse a las comedias en las críticas cinematográficas de los diarios.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Duelo

Se baten a muerte la cada vez más evidente necesidad de volver a terapia y la fiaca inconmensurable de pasar una hora por semana dentro de mi cabeza.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Tristicity

Hay situaciones que me trasmiten una profunda tristeza: los perros muy flacos que andan sueltos en la calle, esos que apuran el trote y te caminan a la par, meneando un costillar saltón con la esperanza de recibir algo. Sencillamente me matan.

En mi nuevo barrio hay muchísimas remiserías. No sé por qué, pero esas oficinitas oscuras, llenas de almanaques de años anteriores, cortinitas sucias y señoras que fuman mientras atienden el teléfono me generan una angustia parecida a la que producen las reuniones de consorcio en los paliers de los edificios.

Deseo de último momento

Caminar descalza sobre arena, preferentemente blanca, y ver el atardecer tomando caipi-cosas.

martes, 30 de agosto de 2011

Volvé a terapia, nena


Ayer tuve un día de esos que a grandes rasgos podemos caracterizar como "de mierda". Me pintó el bajón por diferentes motivos (esos que nunca faltan cuando una está firmemente decidida a pasarla mal), pero intuyo que la verdadera razón, la de más peso es que empecé la cuarta temporada de The Wire y ya estoy sufriendo su próxima ausencia.

viernes, 26 de agosto de 2011

No importa lo que pase, los jazmines vuelven a florecer. Felicidad de la más simple.

martes, 23 de agosto de 2011

Definitivamente no es el año del gato

Las películas que más miedo me dan son aquellas en las que mis peores temores se hacen “realidad”. Por eso pude ver sin problemas El cuarto tipo, por ejemplo. Es que los extraterrestres no me generan miedo, más bien curiosidad (aunque los de esta cinta son bastante mal llevados). Las películas con espíritus del más allá sí me asustan. Por alguna razón (probablemente tengan que ver los 12 años de educación católica) el argumento de una película como El exorcista me parece totalmente creíble. Es linda la sensación de alivio cuando una prende la luz y comprueba que efectivamente no aparece la cara de Belcebú en el espejo del baño, ni la cama flota a dos metros del piso. Una cosa muy diferente es irte de viaje deseando que todo se desarrolle en armonía durante esos pocos días y enterarte a la mañana siguiente que tu gato se cayó de la terraza y quedó estaqueado en una reja durante varios minutos. Ahora está bien pero yo estoy como si todos los días me despertara con Linda Blair.

viernes, 19 de agosto de 2011

Hacete amiga del brócoli


Sigue haciendo frío y es fácil olvidar la inminencia de los días de calor y musculosas (algunos fanáticos clavaron ojotas durante los días templados del mes pasado, no comparto). Una de las ventajas de vivir en el Cono Sur, es que tenemos cuatro estaciones bien diferenciadas, que permiten el paso gradual del tapado al sweater y del mismo a la remera, sin generar grandes traumas (aunque los años de destrozar el medio ambiente, aerosol en mano y caño de escape "tuneado" consiguieron borrar bastante las diferencias térmicas entre una y otra estación). Es en septiembre donde una generalmente toma la decisión de alejarse del kiosco y amigarse con la verdulería. Tomé una decisión que me obligará a acelerar el proceso. Voy a bailar en la muestra de fin de año del estudio. Tan solo dos palabras: tutú blanco.

martes, 16 de agosto de 2011

Cuando sea grande quiero vivir acá.


martes, 9 de agosto de 2011

Fan del diccionario

amor.

(Del lat. amor, -ōris).

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.


¿En qué quedamos? ¿Nos mueve nuestra "propia insuficiencia" u otra persona nos atrae "naturalmente"?

viernes, 5 de agosto de 2011

Haciendo tiempo en el Botánico





Qué lindo es el Botánico, a veces me olvido.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Antidepresivos "naturales" II

Otra opción consiste en salir del trabajo con amigas/os y encaminarse hacia algún bar. La dosis recomendada es de dos Camparis con naranja. Puede extenderse a tres. No se recomienda administrar simultáneamente con clases de danza o la práctica de ningún deporte, para el caso. Aunque sé de buena fuente que la pesca, por ejemplo no es totalmente incompatible con el consumo de vino.

martes, 2 de agosto de 2011

Vacaciones de invierno, no hay



El Mercurio del Botánico intentando un arabesque y Poseidón con brazos en segunda posición.


La semana pasada comentábamos con una amiga lo rápido que parecen pasar los años últimamente. El tiempo es una cosa muy diferente para una nena de siete años que para una de 33. Aparentemente, el mismo se escurriría a la velocidad de la luz entre que una sale de su casa, toma el subte, corre de un trabajo a otro, y se enrosca en todo tipo de actividades propias de la vida adulta. La cuestión es que de un momento a otro nos encontramos en agosto, ya se perfila el fin de año, algunos acelerados planean sus vacaciones, pero sobre todo, abundan los bostezos y las caras de pocos amigos en el transporte público. Qué lindo sería tomarse 15 días para tirarse a leer un libro a la orilla de algún río y volver con la cabeza fresca, ¿no? Bueno, eso no va a suceder. Para mí, el secreto para llegar vivo a fin de año y sobre todo, conservar amistades y afectos, es hacer algo que te haga feliz. Pero tiene que ser algo que te vuelva loca, que funcione como un estupefaciente natural, que por unas horas te aleje de cualquier problema que puedas tener. En mi caso, es la danza. Los días que tengo clase, amanezco con una sonrisa boba y hasta me he despertado haciendo algún paso en la cama. Al día siguiente, la misma sonrisa boba aparece cuando, subiendo una escalera, me tira un músculo que todavía está medio tieso por el esfuerzo del día anterior y recuerdo la música y ese paso que finalmente me salió. Las esculturas de las plazas me recuerdan alguna pose. Salto charcos como si estuviera en un escenario y no me importa si me miran raro. Tal vez lo tuyo sea tocar la guitarra, cantar a grito pelado una canción de los Guns and Roses, o salir a correr enfundada en esas telas mágicas que hacen cosas raras con la transpiración, o leer en voz alta para escuchar cómo suena ese libro que te gusta tanto. Lo que sea, con tal de no volverse un robot.

martes, 12 de julio de 2011

Bichos

El tupé que tienen algunas gripes para irrumpir en la vida de una justo cuando se está recuperando de una infección en una muela, qué humos la chiruza esta!

miércoles, 6 de julio de 2011

Donde vive la esperanza


El lunes después de que River descendiera (hecho que me hubiese resultado indiferente si no viviera a pasitos de la cancha), me crucé con unas señoras que, supongo, salían de algún curso de repostería. Cada una sostenía, orgullosa, una cajita, un tupper u otro recipiente con su más reciente creación. El común denominador era que cada cajita estaba abierta, dejando ver muñecos de mazapán, princesas de azúcar y otras cosas que no alcancé a pispear. Eran las nueve de la noche, hora de la vuelta al hogar, yo arrastraba el paso, caminando tranquila las 15 cuadras que separan la estación de subte de mi casa. Las señoras caminaban delante mío, con el tranco apurado, intercambiando risitas, mirando de reojo el diseño de una y de otra. Tres se separaron, agitando las manos, todavía sonriendo, enfilaron por caminos diferentes abrazadas a sus cajitas. Dos siguieron conmigo por Crisólogo Larralde. Una de ellas se quejaba: "Esta clase no me gusta tanto... además, estoy cansada, este cuatrimestre fue una porquería, imaginate que estoy haciendo cinco materias, me la paso cocinando todo el día (etc.)". La otra asentía sin emitir sonido, hasta que cansada de escucharla le dijo: "Mirá, esto lo hacés porque te gusta supuestamente, si no te gusta no vayas más. A mí la clase de hoy me encantó, qué se yo, me gustan los diseños de las tortas y los fines de semana aprovecho para practicar, mi marido, contento...". Siguió con su himno al optimismo dos cuadras más. Cuando llegamos al cruce de la vía del tren, nos separamos. Justo antes de que se perdieran alcancé a ver el diseño "resposteril" que llevaba la entusiasta en su cajita, era un corazón de azúcar con el escudo de River, todo chorreado con brillos diversos y una inscripción fundamental: "En las buenas y en las malas".
Extraño tanto a mi gato!!!!!!!

viernes, 1 de julio de 2011

Cosas del invierno

Desde hace un par de años tengo un problema grandísimo. Su nombre: Cachafaz.

martes, 28 de junio de 2011

Psicoanálisis no te extraño tanto

Anoche soñé que Larry David venía al museo y me pasaba su teléfono en un papelito; y yo, muy casquivana, lo guardaba en un bolsillo con la intención de llamarlo. Cuando sueño así me dan ganas de estar haciendo análisis para pasarme toda una sesión hablando de esto y no de "todo aquello".

Cuidate, querete

Cuando era chica era muy tímida, casi al punto del mutismo. De adolescente fui más tímida aún y pasé por antipática millones de veces. Nunca me resultaron fáciles las demostraciones de cariño, pero eso en algún momento cambió. Ahora ando por la vida sabiendo que las personas que quiero saben perfectamente que son objeto de mi devoción. Por suerte no tuve que esperar a que algo le pasara a mi papá para que él sepa que lo quiero con locura, que cuando pienso en él me siento "en casa" y que cualquier excusa es buena para decir cosas como "eso mi papá lo hace en dos minutos". Una sola cosa me queda por decirle: cuidate, papá, sin vos estamos al horno.

viernes, 24 de junio de 2011

Crítica literaria

Un buen libro es capaz de hacerte pasar tres estaciones de subte, bajándote así en Callao cuando deberías haberlo hecho en Agüero y, aún así, caminar las cuadras que te separan del trabajo con una sonrisa y el tranco exaltado de felicidad, cuando en circunstancias normales putearías en arameo y llegarías al trabajo con cara de pocos amigos.

martes, 21 de junio de 2011


Están aquellos gastos innecesarios que vuelven aún más complicada la atmósfera de "fin de mes" y están esos otros gastos que vamos a considerar como "inversiones" o mejor aún, "artículos de primera necesidad".


martes, 14 de junio de 2011

Erase and Rewind

Algunas personas mueren por los autos (para mí son todos iguales, mil disculpas a los fierreros), otras no pueden vivir sin salir a comer afuera por lo menos dos veces por semana. Hay quienes invierten su aguinaldo en un par de zapatos (esas personas raras que todavía cobran aguinaldo). Mi perdición son las cremas y demás enseres cosméticos. Me dirán, tal vez, que soy una vanidosa, que no puedo ponerme cuatro cremas diferentes en la cara todos los días de mi vida. Tal vez tengan razón. Pero es algo que tengo incorporado y que no pienso combatir, tampoco hablamos de sacar préstamos para comprarme el último menjunje de Lancome. Lo que me está pasando es que me estoy enojando con la industria cosmetológica. Siento que me mienten vilmente, cual tapa de Clarín. Hasta "combate los primeros signos del envejecimiento" les seguí el juego, aunque el verbo "combatir" me parecía demasiado guerrero para enfrentarse al paso natural del tiempo, en una lucha que de movida está perdida. Ahora directamente existen líneas completas que se denominan ""anti-edad", como si la edad fuera algo posible de erradicar, como si fuese una enfermedad, un gran mal contra el que debemos luchar hasta la muerte. Y como si todo el concepto de anti-edad no fuera suficientemente ridículo ahora comercializan bases de maquillaje que son "borradores del tiempo", o más cómico aún: "rebobinan el tiempo". Mi humilde opinión es la siguiente: dejen al tiempo en paz, no intenten borrar nada de lo que tengo en mi cara como si se tratara de un dibujo animado y por favor no olviden mencionar que los únicos requisitos para envejecer bien son el sentido común y la dignidad (usar pantalla solar, comer bien y hacer ejercicio, también).

viernes, 10 de junio de 2011

Aviso

Usuario de Facebook, no etiquete a sus "amigos" en su micro-emprendimiento. Es muy inquietante leer cosas como "Candelaria Artundo ha sido etiquetada en Pantuflas con taco para gente de baja estatura". Gracias.

jueves, 9 de junio de 2011

Ay, Macri, querido

Estoy segura de que cuando le mostraron la idea para su campaña debe haber pensado algo como "buenísimo, man, esto da re inclusivo". Error, a mí esos afiches chillones con un montón de actores haciéndose los felices con el papel que les tocó en la vida (el del pibe copado que pinta graffitis no tiene precio) me caen pésimamente mal. Ni hablar del slogan "Vos sos bienvenido", automáticamente me hace pensar en todos aquellos que no lo son. Horrible campaña con tintes de patovica.

jueves, 26 de mayo de 2011




Allá por el 2008 cuando empecé con este blog, posteé el hocico de mi gato Toto. Este espacio fue siempre un reflejo de cuanta cosa pasara por mi cabeza o me resultara interesante o digna de una más mínima reflexión. Es por eso que el morro de mi gato fue una de las primeras cosas que subí y en más de una ocasión relaté alguna intimidad de nuestra "relación". Hoy se murió mi gato, de repente, y me dejó así, llorando como una nena de cuatro años.
Si me hubiese tomado el trabajo de anotar todo lo que imaginaba de "la mascota ideal" este bicho no hubiese fallado en un solo ítem. Tenía el pelo dorado y con un brillo anormal, como de Orca o de animal fantástico. Era fantástico en más de un sentido. Cariñoso hasta el hartazgo, me seguía a todas partes, tanto que se ganó el mote de Chirolita. Tenía unos ojos color miel para inspirar boleros, la nariz rosa chicle y otras particularidades solo para entendidos, como ser uno de los pocos gatos que se dejaban tocar la panza sin ofrecer resistencia. Si me veía llorar, se subía a mi falda y me tiraba una mirada hipnótica mientras ronroneaba. Si alguna vez estuve en cama por alguna gripe o algo parecido, el tipo se autodecretaba en reposo conmigo el tiempo que fuera necesario. Soy fanática de los animales, perros, gatos, lombrices, todos me fascinan por igual. Pero con este gato tuve una relación especial, tan especial que amerita que hoy lo despida desde este blog que muchas veces lo tuvo como protagonista. Tan especial que consigue que no me dé la más mínima de las vergüenzas contar todo esto y acercarme a pasos agigantados al imaginario de "loca de los gatos". Confesar que tengo un nudo en el estómago y que no me imagino cómo será la vida sin sus maullidos agudos y sin su ronroneo permanente. Reconocer que un animal puede a veces ser tu mejor amigo.

miércoles, 18 de mayo de 2011


No puedo lograr que sobrevivan mis jazmines. A lo largo de los años he ido comprando montones de jazmines, chinos, del país, azóricos, cualquiera que tuviera cierto parecido con el jazmín glorioso que crecía en la casa de mi abuela entrerriana. Una mata verde y perfumada, desbocada y frondosa que hacía las veces de glorieta sobre un garage y caía pesada sobre la vereda. Ese olor me recuerda a una de las personas que más quise en la vida y creo que mis jazmines intuyen la carga emotiva y se sienten presionados, pobres. Uno tras otro los veo palidecer y secarse, exhaustos, cansados de soportar mi mirada inquisidora, suplicante, cargosa, como un novio que te pregunta cada dos minutos si lo querés o no. Y a mí me da pena seguir insistiendo, pero no lo puedo evitar. Cuando desde el colectivo veo en alguna casa uno de esos que ya son árboles y que de tan contentos florecen a destiempo, sonrío esperanzada, pensando en comprar fertilizante, macetas más grandes, taparlo con una mediasombra hasta que tome coraje. Hablen con sus plantas, pero no las ahoguen con sus expectativas, lo mismo corre para las personas.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Visión borrosa, dificultad para hablar, ausencia de coordinación psicomotriz y falta de tonicidad muscular repentina. ¿Primeros síntomas de un ACV? ¡¡No!! Señales de que su cuerpo ha pasado por una mudanza.

viernes, 29 de abril de 2011

El vicio de la personificación


Hasta hoy, él es el único capaz de verle el potencial a esta situación de proliferación de cajas, papel de diario, cartón y demás elementos "mudanceriles". Los demás nos limitamos al mal humor de vivir en el desorden, cumplir con nuestros múltiples trabajos y hacer infinidad de trámites; ceñudos, incapaces de vislumbrar la felicidad inminente del cambio. Esto incluye a Toto que camina entre las cajas levantando las patitas con indignación y nos mira fijo hace una semana como esperando alguna explicación.

miércoles, 27 de abril de 2011

Confusión

Tuve oportunidad de ver un programa de televisión donde una periodista contaba cómo su ex marido le había roto el tabique durante una discusión. Me llamó la atención cómo una "panelista" se horrorizaba ante las cámaras porque el oficial de policía que le tomó la denuncia a esta mujer le dijo que "no estaba tan golpeada" y diez minutos después esta misma "panelista" le preguntó con tono solemne, como diciendo algo que nadie se atrevía a decir: "Pero decime, fulana, ¿vos le fuiste infiel?". Se espantaba por la insensibilidad del policía y ella misma sugería una supuesta infidelidad como justificación o atenuante para una agresión. Me pregunto si en algún momento se dio cuenta de lo contradictorio que resultaba su discurso. Me pregunto cuándo los medios dejarán de calificar de pasional a la más obvia violencia de género, me pregunto cuándo las publicidades dejarán de multiplicar la imagen de mujeres compradoras compulsivas, caprichosas, obsesionadas con los gérmenes de su casa, cuándo dejarán de titular "Amor que quema" a la terrible noticia de que otra vez una mujer murió quemada por su pareja. ¿Cuándo, eh?

martes, 26 de abril de 2011

El humor de mudanza es raro. Yo no sé si estoy tan movilizada porque tengo un espíritu sensible o de puro neurótica.

lunes, 18 de abril de 2011

Saarinen, Eames, Bertoia. Sueño con ustedes.

jueves, 14 de abril de 2011

Incógnita

¿Alguien sabe qué árbol/arbusto/yuyo florece por esta época por toda la ciudad? No sé si lo notaron pero hay ráfagas de un perfume exquisito en lugares insólitos. Hace varios días que me sorprende ese olorcito floral no identificado. Me siento prácticamente una abeja, quedo hipnotizada varios segundos, tratando de ubicar de dónde viene, frunciendo la nariz como mi gato, tildadísima y ajena a los bocinazos, improperios pronunciados* por los conductores entre sí, personas que andan en bicicleta sobre la vereda, señoras que usan paraguas pero se pegan a la pared acaparando* techitos y demás incordios propios de la ciudad. Tiene efecto sedante pero no es tilo, ni helado.





*Metele a la cacofonía que están de oferta.

martes, 5 de abril de 2011

La idea fija

El loco del ordenador

Con la misma ligereza con que afirmé que todos los taxistas tienen algún que otro trastorno de la conducta, y para continuar con el vicio de la generalización, hoy me atrevo a decir que los señores que se dedican a la informática son aburridos y/o freaks. Admito que a esto le falta seriedad y que mis dichos se basan en un muestreo de solamente siete personas. El abuso de los mocasines en fatal combinación con medias de toalla y camisas en tonos pastel, la ausencia absoluta de preocupación por el cuidado del pelo, en el plano estético. La elección de los tonos de llamada para sus celulares, que van desde la musiquilla de Misión imposible a la melodía standard de la marca de su aparato (melodías insufribles que tiran "Samsuuuuung" o "Motorola" susurrado), su manía por conectarse al Messenger y chatear desde tu máquina con sus ciberamigos (hubo un caso de un técnico que se agregó a la lista de contactos de la chica cuya máquina arreglaba), mientras les suena el teléfono constantemente con llamados de clientes que atienden en simultáneo con la reparación de tu PC. El ridículo Boca-River entre Mac y PC que llevan hasta los límites de lo razonable, con una perseverancia y de evangelización que cualquier pastor envidiaría ("A mí esto no me pasó nunca porque tengo Mac...", "Esto con la PC no te pasa porque el sistema..."). Esta tarde nos visitó uno que completaba este tremendo panorama con mal genio, gritos histéricos ante la falla de internet y poca predisposición para responder preguntas que nos obligaba a hacer porque solo hablaba de layouts, bits y pins, uploads y loggins, joggins, etc.

jueves, 31 de marzo de 2011

¿Alguien sabe dónde se compra el pirulo circular para la cortina de baño? Quiero y no encuentro, terrible sensación.

jueves, 24 de marzo de 2011

Me hace feliz aunque también me haga sentir renga


Nota: No sé cómo hacer que el video no salga cortado y no tengo paciencia para descularlo.

martes, 22 de marzo de 2011

La isla de los muertos

Hay momentos en que la belleza se vuelve casi insoportable, te complica respirar con normalidad y te llena la panza de mariposas, con la potencia de 100 primeros besos. Me pasó mientras caminaba por la Alte Nationalgalerie de Berlín. Traía los pies húmedos y azules por la combinación monstruosa de lloviznita con frío polar, hacía casi dos horas que subía y bajaba escaleras, entraba y salía de galerías medio mareada, medio empalagada por tanta cosa. Desde un fondo difuso un guardían de sala cantaba una melodía extraña que finalmente resultó ser una propaganda de algo que no entendí. Eran muchas las cosas que no entendía, pero para ese momento no me resultaban amenazantes, el alemán me sonaba cada vez más como una canción de cuna. Ya empezaba a imaginarme el enorme café acompañado por un aún más enorme chocolate que iba a conseguir cuando me topé con esta pintura y me fui de mí. No sé cuánto tiempo estuve parada, a una distancia prudencial, un poco porque temía que vinieran a retarme, otro tanto porque no me sentía digna de respirarle tan cerca. Busqué alguna mirada cómplice que tuviera la misma expresión de bobo embelezamiento que tenía yo, y nada. Ahí estaba, sola y enamorada con ganas de regalarle a Böcklin una caja de bombones en forma de corazón, de abrazarlo y decirle que su pintura me había dejado así, boba. Me fui cuando un señor de trajecito azul empezó a revolotear a mi alrededor con cara de preocupación, no sabía si estaba en éxtasis o a punto de sufrir un infarto. Da lo mismo, la sola existencia de esa pintura me alcanza para querer volver, una y mil veces a esa salita oscura de la Alte Nationalgalerie.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Divague


Estoy teniendo una semana de esas en que necesito ver La novicia rebelde o El mago de Oz. Algún conjuro para asustar al desaliento. Un licuado de manzana verde, una torta de mamá, o mejor, una de las que hacía mi abuela con dedicación exclusiva y amorosa. Muchas veces no puedo evitar pensar el futuro y sentir un no sé qué en el estómago o por ahí. Cc me dijo ayer "no hay mejor momento que el presente" con una seriedad absoluta que resultaba contradictoria porque estaba haciendo el arado y no le veía la cara. Tenía razón, aunque todo sonara muy Vox Dei. Muchas veces tiene razón, en más ocasiones de las que me gusta admitir.

martes, 15 de marzo de 2011

Entrar a Argenprop y ver casas con jardín y/o terraza puede ser un pasatiempo muy cruel y un incentivo para el ahorro más impensado.

lunes, 14 de marzo de 2011

En campaña

Me resulta imposible tomarme en serio a Amado Boudou, entre otras cosas por ese nombre de actor porno de origen carioca y por su peinado batido. Otro tanto me pasa con Roy Cortina, no es nada personal, Roy es Orbison y me resulta imposible asociarlo con el PS.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cuestiones fundamentales

El miedo a la muerte ha sido reemplazado por el miedo a la caída de Cuevana.

Stella vs Freud

A veces una cerveza (o dos) con una buena amiga basta para entender que en realidad está todo bien.

lunes, 7 de marzo de 2011

Curiyú

Ayer me volví decididamente vegetariana. Nunca tuve mucha afinidad con la carne, cosa que va en contra de todos los preceptos de mi tierra natal, donde todo se festeja con algún animal tirado sobre la parrilla. Cumpleaños: asado; aniversario: asado con cuero; feriados: lechón adobado; Semana Santa: paroxismo de pescadoí. Mi decisión no tiene que ver con una cuestión filosófica sino digestiva.
Fui a un asado en la casa de un amigo, conocido por sus habilidades parrilleras. Siento una gran ternura por este tipo de asadores comprometidos en el alma con su rol. Son los que pasan horas junto a la parrilla, nunca se sientan a comer y están dando vueltas constantemente para asegurarse de que nadie se quede sin carne. Cada tanda fue anunciada con ceremonia y hasta he visto algún que otro paso de danza mientras agitaba con dulzura una tabla de madera a la voz de "chinchu y morcillita". Yo solo me animé a probar un pedacito de tira, propiciamente acompañado con vino tinto. Gran error. Pasé el resto del día arrollada sobre mi estómago, en eterno gesto de siesta, como una gran boa, de esas que muestran en los documentales de Discovery, digiriendo durante horas y días una presa enorme, más grande que ella. Después de esto decidí escuchar a mi cuerpo que me pide a gritos arroz, frutas y verduras de estación y de vez en cuando medio kilo de helado, pero nunca una tira de asado.

jueves, 17 de febrero de 2011

Como si no estuviera lo suficientemente confundida

Que alguien me explique la vuelta del jean nevado.

sábado, 12 de febrero de 2011

Lo que el Delta me dejó


Pude observar con mucha atención una pata de color marrón que visitaba la isla todas las tardes. Descubrí que los párpados de los patos se abren desde abajo hacia arriba y que descansan con una de sus patas recogida y escondida debajo del plumaje. Otra tarde encontré sobre una cortina clarísima la figura de un bicho que parecía una hoja seca. Sentí una afinidad inmediata porque su disfraz me pareció ingenioso y porque su falsa hoja tenía ese color barroso, acaramelado de un otoño bien entrado, mi estación preferida. Nos saludamos durante cuatro días hasta que una mañana lo encontré en el piso, arrastrándose y haciendo ruidos como de avión en picada. Lo acerqué a la cortina que aparentemente tanto quería y ahí dio sus últimos suspiros.
Libélulas con cuerpos de un color rojo furioso, insectos en tonos flúo de lo más ochentosos, colibríes que pasaban en vuelo rasante cerca de mi nariz haciendo un sonido vibrante que parecía una risa o el sonido de un delfín, mejor dicho de Flipper que es el único delfín que escuché en mi vida; grillos enamorados, ranas enloquecidas y nubes de mosquitos azulados. Desde el agua se escuchaban los saltos que pegaban algunos peces, buscando qué se yo qué fuera del agua, o, tal vez, pispeando de puro chusmas. Cada vez que me dejan suelta en pedazo de pasto me pasa lo mismo, me dan ganas a mí también de salir volando, de ser un abejorro de cuerpo aterciopelado, el bicho fosforescente, un yuyo o algo así.

lunes, 10 de enero de 2011

Bicho feo

Estoy enojada, estoy que trino. El problema es que mis enojos son dispersos y ahora estoy pensando en que trinar debe ser algo hermoso y enseguida me imagino volando pluma a pluma con algún benteveo y así.

La duda

A veces me sueño muy distinta y cuando me despierto no sé con quién quedarme, si con esta o con la otra.

Dijo Silvina O.

Qué feos se ponen todos los no fotogénicos.