miércoles, 5 de noviembre de 2008

Quiero vale... algo

Cuando algo no me interesa se me hace casi imposible prestarle atención. Fue así como jamás aprendí a manejar o a jugar al truco. Sencillamente me aburría al segundo de comenzada la explicación. Lo intentaron desinteresadamente mi padre, mi hermana, amigos, amigas y nada. Algo parecido me pasa con los refranes, ¿por qué no decir lo que querés decir y ya? Los sencillos del estilo en casa de herrero, cuchillo de palo bien, ahora esos que se fueron deformando, que ni se sabe ya de qué manera nacieron, me superan; asiento, puedo llegar a sonreír, y sigo hablando como si entendiera lo que me acaban de decir. (Otros me parecen directamente discutibles, El que avisa no es traidor, Los últimos serán los primeros). Pensando en mi última sesión de terapia descubrí que aplico el mismo mecanismo para todo aquello que me resulta difícil de abordar. Horror, porque puedo vivir sin saber jugar a la canasta, ¿pero cuánto tiempo más me puedo hacer la desentendida conmigo misma? Yo diría que por lo menos dos sesiones más zafo.

5 comentarios:

Diego dijo...

¡Dos reales envido!

Clarita dijo...

ahhh!!! tampoco sé -ni me interesa- jugar al truco! soy la ortiba que nunca se prende...!!

lucesazul dijo...

Jajjaja, qué buen post. Me encantó tu reflexión. Sobre todo lo de la terapia. Y lo del truco, ni hablar, nunca me interesó aprender y cada vez que me lo explican, la mente se me pone en blanco. Igual que cuando me explicaban matemáticas en el colegio. No me interesa y cuando no hay interés, no hay tu tía! (una frase que no es refrán, pero que le pega en el palo!)

Anónimo dijo...

No hay que adelantar etapas en el proceso terapéutico sino el terapeuta no puede tampoco, entenderse con su presupuesto (el de el),hay que entenderse un tanto, para luego desentenderse Ud. quiere, todos quieren, este muchacho Diego quiere y yo quiero un poquito... al decir de Martin Fierro "un correo no se le niega a naides! caracho
Bob L King

Personas en la sala dijo...

Diego, desconozco.
Clarita, grosa, yo también miro desde lejos las sesiones de cartas, las detesto.
Luces, me asombra, pensé que tooodo el mundo adoraba el truco y "no hay tu tía" no será refrán pero es bien absurdo, de dónde viene???
Anónimo, qué se yo, a veces es tanto el laburo en la "vida real" que da fiaca tomarse el trabajo de laburarse en terapia. Es una excusa re berreta, lo sé, pero para resistencia, zafa.