martes, 19 de enero de 2010

Las mujeres se aburren fácilmente... de los lugares comunes

Tantas cosas les diría a los creativos de Axe. Palabra clave: improperios. Ah, y si piensan por un segundo que con su musiquita indie y sus chistecitos machistas vamos a olvidar que sus fragancias catingudas son de lo más berreta que existe en el mercado, están muy equivocados. Y por último, nadie con dos dedos de frente o más de 14 años piensa que bañarse en Axe marine es un imán para las chicas.

lunes, 18 de enero de 2010

Cara de eucalipto


Los recuerdos de la infancia tienen mucho de construcción y abundan en adendas. De esos primeros años tengo imágenes muy borrosas y dispares. Sin embargo, estoy convencida de que existe algún lugar de anclaje, un punto indiscutible e indiscutido de conexión con aquellos días. Nunca sabré si realmente cantaba Princesita linda a los dos años, o cómo me sentí cuando se comieron a mi chivo y dijeron que se había vuelto a la montaña. Lo que tengo clarísimo es el eucalipto tiene en mí el mismo efecto que el jazmín de la flor chiquitita: una irrupción instantánea y mágica de felicidad. En un segundo pasan por mi cabeza sin repetir y sin soplar todas las tardes en la quinta de mi abuela, el olor a cloro de la pileta, el ruidito de las chicharras, el canto en "u" de las torcazas y los rulos de mi hermana.

miércoles, 13 de enero de 2010

lunes, 11 de enero de 2010

Hold your horses

Pensando tanto en lo bien que la voy a pasar, corro peligro de olvidar lo bien que la estamos pasando.

martes, 5 de enero de 2010

Lo dije y lo sostengo. Adiós, muchacho.

Aprovecho la pérdida del Gitano para pedirles encarecidamente que dejen de fumar. Gracias.

lunes, 4 de enero de 2010

Templanza



100 % felino. Esto hacía él cuando ya se escuchaban los primeros petardos nerviosos de los aún más nerviosos vecinos.

Contemplación


El primer día de este flamante año descubrí la flor del plátano. Mis expectativas para el 2010 tienen que ver con cosas como ésta. Ponerle freno a las elucubraciones de mi siempre acelerada cabeza y prestar más atención a este tipo de regalo silencioso. Sé que colgarse viendo a los benteveos bañarse en una pileta no va a traer la paz mundial ni salvar al planeta, para eso tenemos las películas yankees.