martes, 27 de mayo de 2008

Para tardes de otoño

Entre las pocas cosas cosas que todavía se pueden hacer sin desembolsar un peso, están las visitas al Museo Nacional de Bellas Artes. En el primer piso funciona una sala dedicada al Arte precolombino andino. Es sencillamente increíble. El montaje es impecable. Como buena chiruza, me impactaron los textiles, pero todas las piezas son interesantes. Dénse una vuelta.
(La pieza que aparece en la foto no pertenece a la colección del museo).

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