martes, 4 de noviembre de 2008

Clarividencia




Ayer un taxista me despidió con un saludito de lo más particular. "Suerte con eso", me dijo mientras bajaba. Me pareció extraño porque no habíamos hablado prácticamente de nada, no le di ni una pista que lo hiciera sospechar que necesitaría suerte. Supuse que era una muletilla y seguí camino hacia mi trabajo. Eso fue ayer, son las ocho de la noche y sigo en mi trabajo, aparentemente así será por los siglos de los siglos. Siento que me sangran los ojos como a las virgencitas de los informes de canal 9, no puedo leer una sola línea más. Ahora entiendo, el señor veía el futuro.

5 comentarios:

Mercadito de barrio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mercadito de barrio dijo...

Voy de nuevo, me comí la T que anda mal.

qué flojiTa resulTasTe, ojos sangranTes....

Clarita dijo...

wow!

Personas en la sala dijo...

mercadito, venís bardera últimamente, y eso que en tu oficina funciona el aire
Clarita, viste?

Mercadito de barrio dijo...

mirá quien habla de bardera!
acabás de decirme histérica en el mio.