sábado, 11 de abril de 2009

Un caño cloacal se rompió de manera tal que toda la inmundicia de los vecinos fuera a parar al living de mi casa. Luego, me robaron el celular. También se suspendió un proyecto en el que iba a participar. Sí, es evidente que el gato de la suerte que compré en el barrio chino no estuvo haciendo su trabajo esta semana. Pero no me importa nada, mientras tenga a Ray. Es infalible. Nada me deprime si lo escucho. Hit the road Jack...

2 comentarios:

Mercadito de barrio dijo...

andà a saber cuánto peor podría haber sido si no lo comprabas.

Personas en la sala dijo...

No lo quiero ni pensar.