lunes, 7 de septiembre de 2009

Pero qué barbaridad


Noté que en muchos pueblos la observación y análisis de la vida ajena es más popular que cualquier deporte. Siempre me intrigó porque nada me resulta más aburrido que saber si Fulanita se volvió a casar, si a Osvaldo lo engancharon saliendo por la ventana de la casa de su amante, si a Zully le cortaron tres dedos del pie izquierdo porque se descuidó con la diabetes. Ah, sí, porque el denominador común es el siguiente: sexo y salud. Son los dos tópicos más visitados. Lo cómico y terrible de esto es que nunca nacen de una inocente curiosidad, casi siempre están teñidos de morbo y maledicencia. Como si la desdicha del vecino los volviese más felices y los problemas de salud ajenos funcionaran como vitaminas que robustecen la propia. La historia recorre los almuerzos de cada casa como un teléfono descompuesto; cada familia, grupo de amigos, congregación de monjas, aporta un dato. La premisa es: nada remotamente amable ni constructivo. Aquel que esboce un intento de cambio de tema o defensa del sujeto atacado es directamente ignorado o censurado con un gesto enérgico. Los temas de discusión pueden continuar vigentes durante meses y hasta años. Así, presa de mi asombro y contra mi voluntad supe de las aventuras de la madre de Fulana y de los negocios fraudulentos del abuelo de Mengano. Para la próxima, una lista de actividades más provechosas para el espíritu que destrozar al vecino.

7 comentarios:

Isil dijo...

Lo sexual creo que tiene que ver con la injerencia de la iglesia. Esta prohibido hacer X cosa, entonces gocemos criticando a los que las hacen. Bastante masturbatorio.

Marie dijo...

uh pers, si, me hiciste acordar a compañera de la facultad que vive en pueblo chico, ibamos seguido a sus pagos a disfrutar del bucolismo pero tb a darles un poco de alimento chismeril, creo que x semanas se hablaba de nosotras, las de buenos aires
tan sí, que ya la segunda vez que fuimos el de la ypf nos dijo, al bajar del micro: ah ustedes son las que vienen a lo de natalia b?
lamentablemente, ninguna se dignó a hacer un escándalo mayúsculo, como ponerse en bolas en la plaza ppal, para darles de comer un par de meses a esas bocas hambrientas

chivilboy dijo...

Hace falta un kico en cada casa.

Anónimo dijo...

jajaja me encanta.
Seguido paso por un pueblo minimo, donde mi viejo tiene campo y me encanta acercarme al pueblo propiamente dicho y sentir las miradas: Ahi va la hija de Don Horacio jjajaja
Igual tambien vivi en un pueblo, un poco mas grande, y vivir si que es un infierno.
Pueblo chico, infierno grande

Anónimo dijo...

no digas.... el piki dejó a la susana??? la voy a llamar como quien no quiere la cosa...

(neta)

Personas en la sala dijo...

Isil, coincido.
Marie, las chicas de afuera son celebrities.
Chivilboy, no te sigo.
Neta, llamala a Esther que es compañera de coro de Susana, ella sabe todo. Susana no te va a atender porque anda con abogados de aquí para allá a ver si se le puede quedar con el negocio al Piki, por lo menos.

Personas en la sala dijo...

Ah, y Cory, me mató el title: la hija de Don Horacio, exhala importancia, che.