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jueves, 1 de diciembre de 2011
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viernes, 18 de noviembre de 2011
miércoles, 26 de octubre de 2011
Teoría del arte y de todo
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¿Qué es el arte? ¿Para qué sirve? Hay tantas respuestas para esa pregunta como tweets de Hermes Binner durante su campaña. Anoche el arte para mí se definió en tres palabras Pina + Wim Wenders. Había salido de mi casa muy temprano rumbo a pilates, después, corriendo, siempre corriendo, hacia mi primer trabajo. Desde ahí corrí hasta trabajo número dos. Para la hora de proyección no quedaba en mí el más mínimo rastro de vida, era una representación inerte de mí misma. Me arrastré hasta el cine sólo porque mi amiga ya había sacado las entradas. Casi dos horas más tarde, salí sonriente y atravesé a saltitos las diez cuadras que separaban el cine de mi casa. Esta mañana desperté sin contracturas y con más ganas de bailar que nunca.
miércoles, 12 de octubre de 2011
Expresiones ajenas que me matan
jueves, 6 de octubre de 2011
Tonta pobre tonta quiere su minuto de fama
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Se acerca la muestra de fin de año de ballet y aumentan gradualmente las ganas de bajarse del escenario por temor al ridículo. Es cierto que en vez de sílfides, graciosas criaturas del bosque, todavía parecemos bolsas de arena que alguien mueve de un lado hacia el otro. Tantas veces abandoné cosas convencida de que me superaban, de que no era capaz de estar a la altura de las circunstancias: materias, amores, hobbies, películas, etc. Incluso dejé la danza hace un par de años porque me dolía verme en el espejo, toda torpeza e incomodidad. He ahí la clave. Ayer decidí dejar de sentirme incómoda y, en cambio, empezar a sentirme trascendente. Está bien sentirme un poco tonta cada vez que intento ingresar uno de esos códigos siniestros que piden ciertas páginas de internet (me las pagarás, captcha) o cuando uso los deditos para sacar una cuenta aparentemente sencilla. Pero no voy a sentirme ni tonta, ni ridícula por animarme a subir a un escenario y bailar con mis compañeras al son de Chopin durante nueve minutos que parecerán horas. Es este mi firme propósito, aunque la vida se me vaya en un développé.
martes, 4 de octubre de 2011
Alarmante
miércoles, 28 de septiembre de 2011
martes, 27 de septiembre de 2011
Ayer encontramos una colilla de cigarrillo en la pileta del lavadero de mi casa. El lavadero en cuestión está en la terraza y el dilema que presenta esta situación es quién fuma en mi terraza. No es la primera vez que encuentro restos de cigarrillos pero siempre pude atribuírselos a alguien que había estado de visita en mi casa o en lo del vecino (desde donde también se puede acceder al techo de mi casa). Pero esta colilla apareció entre el domingo y el lunes y no hay una explicación lógica. En un arranque de Sherlockholmismo quise ver de qué marca se trataba el pucho que no descubrí, pero noté que estaba fumado bien hasta el final, típico de fumadores nerviositos. Ninguno de los fumadores nerviositos que conozco había estado en mi casa en los últimos días. Conclusión: estamos ante un caso de vecino/a temeroso de su pareja que se cruza a fumar a mi terraza por miedo a ser descubierto y se le retiren el saludo o los beneficios maritales o un psicópata trepa los techos cual miriópodo solo para fumarse un pucho en mi terraza. Próximamente develaremos el misterio o se enterarán por la sección “Policiales” de algún matutino.
jueves, 22 de septiembre de 2011
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Duelo
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Tristicity
Hay situaciones que me trasmiten una profunda tristeza: los perros muy flacos que andan sueltos en la calle, esos que apuran el trote y te caminan a la par, meneando un costillar saltón con la esperanza de recibir algo. Sencillamente me matan.
En mi nuevo barrio hay muchísimas remiserías. No sé por qué, pero esas oficinitas oscuras, llenas de almanaques de años anteriores, cortinitas sucias y señoras que fuman mientras atienden el teléfono me generan una angustia parecida a la que producen las reuniones de consorcio en los paliers de los edificios.
Deseo de último momento
martes, 30 de agosto de 2011
Volvé a terapia, nena
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Ayer tuve un día de esos que a grandes rasgos podemos caracterizar como "de mierda". Me pintó el bajón por diferentes motivos (esos que nunca faltan cuando una está firmemente decidida a pasarla mal), pero intuyo que la verdadera razón, la de más peso es que empecé la cuarta temporada de The Wire y ya estoy sufriendo su próxima ausencia.
viernes, 26 de agosto de 2011
martes, 23 de agosto de 2011
Definitivamente no es el año del gato
Las películas que más miedo me dan son aquellas en las que mis peores temores se hacen “realidad”. Por eso pude ver sin problemas El cuarto tipo, por ejemplo. Es que los extraterrestres no me generan miedo, más bien curiosidad (aunque los de esta cinta son bastante mal llevados). Las películas con espíritus del más allá sí me asustan. Por alguna razón (probablemente tengan que ver los 12 años de educación católica) el argumento de una película como El exorcista me parece totalmente creíble. Es linda la sensación de alivio cuando una prende la luz y comprueba que efectivamente no aparece la cara de Belcebú en el espejo del baño, ni la cama flota a dos metros del piso. Una cosa muy diferente es irte de viaje deseando que todo se desarrolle en armonía durante esos pocos días y enterarte a la mañana siguiente que tu gato se cayó de la terraza y quedó estaqueado en una reja durante varios minutos. Ahora está bien pero yo estoy como si todos los días me despertara con Linda Blair.
viernes, 19 de agosto de 2011
Hacete amiga del brócoli
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Sigue haciendo frío y es fácil olvidar la inminencia de los días de calor y musculosas (algunos fanáticos clavaron ojotas durante los días templados del mes pasado, no comparto). Una de las ventajas de vivir en el Cono Sur, es que tenemos cuatro estaciones bien diferenciadas, que permiten el paso gradual del tapado al sweater y del mismo a la remera, sin generar grandes traumas (aunque los años de destrozar el medio ambiente, aerosol en mano y caño de escape "tuneado" consiguieron borrar bastante las diferencias térmicas entre una y otra estación). Es en septiembre donde una generalmente toma la decisión de alejarse del kiosco y amigarse con la verdulería. Tomé una decisión que me obligará a acelerar el proceso. Voy a bailar en la muestra de fin de año del estudio. Tan solo dos palabras: tutú blanco.
martes, 16 de agosto de 2011
martes, 9 de agosto de 2011
Fan del diccionario
1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
¿En qué quedamos? ¿Nos mueve nuestra "propia insuficiencia" u otra persona nos atrae "naturalmente"?
viernes, 5 de agosto de 2011
miércoles, 3 de agosto de 2011
Antidepresivos "naturales" II
martes, 2 de agosto de 2011
Vacaciones de invierno, no hay
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La semana pasada comentábamos con una amiga lo rápido que parecen pasar los años últimamente. El tiempo es una cosa muy diferente para una nena de siete años que para una de 33. Aparentemente, el mismo se escurriría a la velocidad de la luz entre que una sale de su casa, toma el subte, corre de un trabajo a otro, y se enrosca en todo tipo de actividades propias de la vida adulta. La cuestión es que de un momento a otro nos encontramos en agosto, ya se perfila el fin de año, algunos acelerados planean sus vacaciones, pero sobre todo, abundan los bostezos y las caras de pocos amigos en el transporte público. Qué lindo sería tomarse 15 días para tirarse a leer un libro a la orilla de algún río y volver con la cabeza fresca, ¿no? Bueno, eso no va a suceder. Para mí, el secreto para llegar vivo a fin de año y sobre todo, conservar amistades y afectos, es hacer algo que te haga feliz. Pero tiene que ser algo que te vuelva loca, que funcione como un estupefaciente natural, que por unas horas te aleje de cualquier problema que puedas tener. En mi caso, es la danza. Los días que tengo clase, amanezco con una sonrisa boba y hasta me he despertado haciendo algún paso en la cama. Al día siguiente, la misma sonrisa boba aparece cuando, subiendo una escalera, me tira un músculo que todavía está medio tieso por el esfuerzo del día anterior y recuerdo la música y ese paso que finalmente me salió. Las esculturas de las plazas me recuerdan alguna pose. Salto charcos como si estuviera en un escenario y no me importa si me miran raro. Tal vez lo tuyo sea tocar la guitarra, cantar a grito pelado una canción de los Guns and Roses, o salir a correr enfundada en esas telas mágicas que hacen cosas raras con la transpiración, o leer en voz alta para escuchar cómo suena ese libro que te gusta tanto. Lo que sea, con tal de no volverse un robot.
martes, 12 de julio de 2011
Bichos
miércoles, 6 de julio de 2011
Donde vive la esperanza
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El lunes después de que River descendiera (hecho que me hubiese resultado indiferente si no viviera a pasitos de la cancha), me crucé con unas señoras que, supongo, salían de algún curso de repostería. Cada una sostenía, orgullosa, una cajita, un tupper u otro recipiente con su más reciente creación. El común denominador era que cada cajita estaba abierta, dejando ver muñecos de mazapán, princesas de azúcar y otras cosas que no alcancé a pispear. Eran las nueve de la noche, hora de la vuelta al hogar, yo arrastraba el paso, caminando tranquila las 15 cuadras que separan la estación de subte de mi casa. Las señoras caminaban delante mío, con el tranco apurado, intercambiando risitas, mirando de reojo el diseño de una y de otra. Tres se separaron, agitando las manos, todavía sonriendo, enfilaron por caminos diferentes abrazadas a sus cajitas. Dos siguieron conmigo por Crisólogo Larralde. Una de ellas se quejaba: "Esta clase no me gusta tanto... además, estoy cansada, este cuatrimestre fue una porquería, imaginate que estoy haciendo cinco materias, me la paso cocinando todo el día (etc.)". La otra asentía sin emitir sonido, hasta que cansada de escucharla le dijo: "Mirá, esto lo hacés porque te gusta supuestamente, si no te gusta no vayas más. A mí la clase de hoy me encantó, qué se yo, me gustan los diseños de las tortas y los fines de semana aprovecho para practicar, mi marido, contento...". Siguió con su himno al optimismo dos cuadras más. Cuando llegamos al cruce de la vía del tren, nos separamos. Justo antes de que se perdieran alcancé a ver el diseño "resposteril" que llevaba la entusiasta en su cajita, era un corazón de azúcar con el escudo de River, todo chorreado con brillos diversos y una inscripción fundamental: "En las buenas y en las malas".
viernes, 1 de julio de 2011
Cosas del invierno
martes, 28 de junio de 2011
Psicoanálisis no te extraño tanto
Cuidate, querete
viernes, 24 de junio de 2011
Crítica literaria
martes, 21 de junio de 2011
martes, 14 de junio de 2011
Erase and Rewind
viernes, 10 de junio de 2011
Aviso
jueves, 9 de junio de 2011
Ay, Macri, querido
jueves, 26 de mayo de 2011
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Allá por el 2008 cuando empecé con este blog, posteé el hocico de mi gato Toto. Este espacio fue siempre un reflejo de cuanta cosa pasara por mi cabeza o me resultara interesante o digna de una más mínima reflexión. Es por eso que el morro de mi gato fue una de las primeras cosas que subí y en más de una ocasión relaté alguna intimidad de nuestra "relación". Hoy se murió mi gato, de repente, y me dejó así, llorando como una nena de cuatro años.
miércoles, 18 de mayo de 2011
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No puedo lograr que sobrevivan mis jazmines. A lo largo de los años he ido comprando montones de jazmines, chinos, del país, azóricos, cualquiera que tuviera cierto parecido con el jazmín glorioso que crecía en la casa de mi abuela entrerriana. Una mata verde y perfumada, desbocada y frondosa que hacía las veces de glorieta sobre un garage y caía pesada sobre la vereda. Ese olor me recuerda a una de las personas que más quise en la vida y creo que mis jazmines intuyen la carga emotiva y se sienten presionados, pobres. Uno tras otro los veo palidecer y secarse, exhaustos, cansados de soportar mi mirada inquisidora, suplicante, cargosa, como un novio que te pregunta cada dos minutos si lo querés o no. Y a mí me da pena seguir insistiendo, pero no lo puedo evitar. Cuando desde el colectivo veo en alguna casa uno de esos que ya son árboles y que de tan contentos florecen a destiempo, sonrío esperanzada, pensando en comprar fertilizante, macetas más grandes, taparlo con una mediasombra hasta que tome coraje. Hablen con sus plantas, pero no las ahoguen con sus expectativas, lo mismo corre para las personas.
miércoles, 4 de mayo de 2011
viernes, 29 de abril de 2011
El vicio de la personificación
Hasta hoy, él es el único capaz de verle el potencial a esta situación de proliferación de cajas, papel de diario, cartón y demás elementos "mudanceriles". Los demás nos limitamos al mal humor de vivir en el desorden, cumplir con nuestros múltiples trabajos y hacer infinidad de trámites; ceñudos, incapaces de vislumbrar la felicidad inminente del cambio. Esto incluye a Toto que camina entre las cajas levantando las patitas con indignación y nos mira fijo hace una semana como esperando alguna explicación.
miércoles, 27 de abril de 2011
Confusión
martes, 26 de abril de 2011
jueves, 14 de abril de 2011
Incógnita
martes, 5 de abril de 2011
El loco del ordenador
jueves, 31 de marzo de 2011
jueves, 24 de marzo de 2011
Me hace feliz aunque también me haga sentir renga
martes, 22 de marzo de 2011
La isla de los muertos
miércoles, 16 de marzo de 2011
Divague
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Estoy teniendo una semana de esas en que necesito ver La novicia rebelde o El mago de Oz. Algún conjuro para asustar al desaliento. Un licuado de manzana verde, una torta de mamá, o mejor, una de las que hacía mi abuela con dedicación exclusiva y amorosa. Muchas veces no puedo evitar pensar el futuro y sentir un no sé qué en el estómago o por ahí. Cc me dijo ayer "no hay mejor momento que el presente" con una seriedad absoluta que resultaba contradictoria porque estaba haciendo el arado y no le veía la cara. Tenía razón, aunque todo sonara muy Vox Dei. Muchas veces tiene razón, en más ocasiones de las que me gusta admitir.
martes, 15 de marzo de 2011
lunes, 14 de marzo de 2011
En campaña
miércoles, 9 de marzo de 2011
Cuestiones fundamentales
Stella vs Freud
lunes, 7 de marzo de 2011
Curiyú
jueves, 17 de febrero de 2011
Como si no estuviera lo suficientemente confundida
sábado, 12 de febrero de 2011
Lo que el Delta me dejó
Pude observar con mucha atención una pata de color marrón que visitaba la isla todas las tardes. Descubrí que los párpados de los patos se abren desde abajo hacia arriba y que descansan con una de sus patas recogida y escondida debajo del plumaje. Otra tarde encontré sobre una cortina clarísima la figura de un bicho que parecía una hoja seca. Sentí una afinidad inmediata porque su disfraz me pareció ingenioso y porque su falsa hoja tenía ese color barroso, acaramelado de un otoño bien entrado, mi estación preferida. Nos saludamos durante cuatro días hasta que una mañana lo encontré en el piso, arrastrándose y haciendo ruidos como de avión en picada. Lo acerqué a la cortina que aparentemente tanto quería y ahí dio sus últimos suspiros.